Estamos acostumbrados a pensar sin cuestionar; estamos llenos de clichés. Por ejemplo, que los fracasos enseñan y los triunfos adormecen. Bueno, les tengo una mala noticia: eso es falso. Si los fracasos enseñaran seríamos todos triunfadores, y si los triunfos adormecieran los triunfadores fracasarían; y no sucede ni lo uno ni lo otro. Lo único que enseña es el observar el fluir, el desapegarse, el experimentar.
La experiencia es la vida. El triunfo o el fracaso son categorías sociales. Al final y en el fondo, nadie triunfa o fracasa, todos vivimos de alguna manera y eso nos gusta o disgusta.
silvia said,
1 May 2010 @ 22:23
Porque no logro dar con el personal adecuada a mi empresa, porque a quienes empleo quieren sser empleados y no trabajadores?.
zenempresarial said,
2 May 2010 @ 0:39
Ese es un problema muy común porque nuestra cultura laboral privilegia los empleos antes que el emprendimiento, y eso perfila las expectativas de los trabajadores. Pero por otra parte, los empleadores no tienen las capacidades para diseñar puestos atractivos en sus organizaciones, ni para comunicar efectivamente lo que necesitan. Un puesto no es solamente un sueldo mensual, y si el empleador no sabe transmitir que esa es su valoración, nunca obtendrá el personal que quiere: que considere a su puesto como si fuera su empresa personal. Existen metodologías para eso.
Saludos cordiales
carlosduarte@cdmcost.com